Diego se llama el portero infantil del Vecinklubf. Su vida dio un giro inesperado cuando en un partido de la temporada pasada el joven guardameta recibió un fuerte golpe en un ojo que le obligó a ser hospitalizado y pasar por qurófano para una delicada operación. Tras varios meses muy duros para él y su familia pudo recuperarse y volver a disfrutar de su pasión, el fútbol, pero para ello necesitaba una condición: debía jugar con unas gafas adaptadas. Las ilusiones de Diego por seguir jugando volvieron a desvanecerse debido al alto coste que supone algo así, gastos que no podían afrontar sus padres.
El club quiso ayudar al jugador para que pudiera seguir disfrutando del fútbol y tras varios contactos llegó uno de esos momentos que marcan a las personas para siempre. La Óptica Hernández Verdugo de Vecindario, después de conocer la historia del futbolista tuvo el gran detalle de regalarle unas gafas adaptadas.
El pasado jueves 20 de Agosto, acompañado de nuestro director deportivo José Manuel Cabrera, Diego recibió su regalo en la sede de la empresa donante, situada en pleno corazón de la Zona Peatonal de la Avenida de Canarias. Un visita que hizo dibujar a nuestro protagonista una sonrisa en su cara que lo decía todo.
El Vecinklubf quiere agradecer públicamente a todos los profesionales de la Óptica Hernández Verdugo por el trato y el gesto que han tenido con el jugador a cambio de nada. Un hecho que ya ha quedado grabado en la pequeña historia de esta entidad, que ha vivido en primera persona unos de los actos más bonitos que nos puede proporcionar la vida, el deseo de ayudar a los que más lo necesitan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario