El pasado sábado el Juvenil B de la UD Las Palmas logró el título de liga en Juvenil Preferente. Algo habitual, pero no por ello fácil, como ha destacado su primer entrenador Alberto Ventura en una entrevista concedida a este medio.
¿Qué valoración haces de la temporada?
Ha sido una temporada complicada y exigente. A mi llegada en la jornada quinta me encontré un equipo bajo de moral y por debajo de las expectativas que se habían generado. A esto hay que añadirle la propia dificultad de estar inmersos en plena competición y la motivación que supone para los rivales enfrentarse a la UD Las Palmas. Poco a poco y con mucho esfuerzo hemos encontrado la línea de trabajo en los entrenamientos, de juego y de resultados.
Llegaste con la temporada ya iniciada, supongo que más complicado llegar a un equipo hecho por otras personas.
La verdad es que además de ser un equipo ya formado y sin una pretemporada de por medio para trabajar, conocía a pocos jugadores y no había visto ningún partido de la categoría.
Por suerte me encontré con un cuerpo técnico espléndido, tanto en lo personal como en lo profesional, que me ayudó muchísimo a conocer el grupo, individual y colectivamente. Sobre todo las figuras de Víctor Rivero y Roberto Arocha fueron cruciales para mí en esas primeras semanas, dos auténticos profesionales de los que estoy muy orgulloso de tener como compañeros y amigos.
Ha sido una liga en la que la UD ha sido superior, pero en la que te han salido duros competidores.
La verdad es que ha sido una temporada atípica en la categoría, hasta prácticamente la recta final muchos equipos han podido meterse en la pelea por estar en los puestos altos: Maspalomas, Unión Viera, Carnevali, San Fernando, San Isidro, Atlético GC, Vecinklubf... muchos equipos, muy competitivos; esto lógicamente le da mucho valor a la consecución del título ya que no ha sido un camino de rosas.
Mucha gente dice que es fácil que seamos campeones de liga por ser la UD, pero la realidad es otra... los demás equipos también tienen muy buenos mimbres: jugadores, formadores, instalaciones... si bien es cierto que tenemos muy buenas plantillas, con buenos jugadores, pero también es verdad que nuestros chicos tienen los mismos problemas de cualquier chico de 17 años que juegue en otro club, incluso algunos están fuera de su entorno familiar con lo que ello conlleva.
Nuestro objetivo no es solo ganar, queremos que los jugadores mejoren sus capacidades, adquieran hábitos correctos, que sean buenas personas y por supuesto que sean jugadores competitivos con vistas a llegar al fútbol profesional. Gestionar todo esto con la exigencia y la intensidad de un club profesional es de todo menos fácil. Por lo tanto, hay que darle el verdadero valor que tiene la temporada que han hecho hasta el momento.
Tú ya conocías esta categoría, ¿qué diferencias ves respecto al año que conseguiste el ascenso del San Pedro Mártir?
No solo la conocía por la etapa del San Pedro, también por mi etapa en el Doramas, hace muchas temporadas, y como no, por mi larga etapa en el Vecindario. Como te decía antes, esta temporada me ha sorprendido el buen nivel que han dado muchos equipos.
La diferencia con respecto al ascenso con el San Pedro es muy clara, para el rival no es lo mismo enfrentarse al San Pedro Mártir que a la UD Las Palmas. Contra nosotros todos los equipos juegan al 200%, eso nos motiva y nos hace estar siempre a tope, porque como te despistes el rival te come, y si algo ha demostrado este equipo son las constantes ganas de superarse día tras día y partido tras partido.
Parece que ahora mismo el Maspalomas y el Union Viera han tomado una ventaja con sus perseguidores que creo será definitiva. A partir de ahí cualquiera de los dos equipos esta capacitado para ascender, ya sea vía directa o por la promoción.
Nos han puesto las cosas muy difíciles tanto en nuestros entrenamientos como en la temporada y creo que merecen estar donde están, serán unas últimas cuatro jornadas de infarto y desde aquí les deseo lo mejor.
¿Qué destacarías de la plantilla que has tenido?
Destacaría muchísimas cosas de los jugadores, pero si tuviera que quedarme con una sería con la capacidad que han tenido los chicos desde que llegué para poner su calidad individual al servicio de trabajo colectivo.
Se me cae la baba al hablar de los chicos, siento mucha admiración hacia ellos y por supuesto que muchísimo cariño, aunque no haya podido demostrárselo tanto como me gustaría. Son buenos chicos, con muchas cualidades futbolísticas y también personales, han dado un paso adelante en su formación y estoy muy orgulloso de la evolución que han experimentado durante toda la temporada. Se merecen lo mejor y si siguen trabajando así, no me cabe ninguna duda de que en pocos años alguno estará en el primer equipo.
¿Hay mimbres en este Juvenil B para el División de Honor de la próxima temporada?
Rotundamente sí, tenemos muchos jugadores que estoy seguro que van a seguir su evolución dentro del club y el año que viene van a dar que hablar. Este año algunos ya se han asomado al Juvenil A, incluso alguno se ha quedado fijo arriba como Brian.
Gracias Alberto por tu tiempo, ¿quieres añadir algo más?
No quisiera despedirme de la entrevista sin agradecer en primer lugar a Tonono por haberme dado la oportunidad de entrenar este equipo.
En segundo lugar a todo mi cuerpo técnico: Víctor Rivero, Borja, Aitor, Alejandro y Óliver, por hacer fácil mi trabajo, hacer el suyo a un nivel top y sobre todo por esa complicidad que hemos tenido siempre para saber trabajar en grupo, remar todos en la misma dirección y tomar las decisiones en conjunto.
A todos los que han trabajado con el equipo para que todo saliera bien: Cicovic, Ione Puga, Rafa, Silvia, Antonio Fabelo, Jorge Burgos... y todos los compañeros componentes del departamento de formación y captación del club.
A Roberto Arocha y Suso Hernández, por ser dos personas más del equipo,por ayudarme, escucharme, entenderme y aconsejarme.
A mi familia, mis padres, mis hermanos y sobre todo mi pareja Pollyanna por aguantarme día tras día, soportarme cuando las cosas no salen y ponerme los pies en el suelo cuando las cosas van demasiado bien.
Y por último a los más importantes y los verdaderos protagonistas de la historia: los jugadores. Gracias por hacerme mejorar como entrenador y como persona, por escucharme, por entenderme,por saber comportarse como hombres, por las ganas de superarse, por la evolución, por los resultados y sobre todo por hacerme feliz día tras día con ellos. ¡GRACIAS!
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